Trascendiendo la incertidumbre
¿Cómo vivir en medio de la incertidumbre? ¿Cómo soñar, florecer, crecer y brillar en medio de la duda, el miedo, el desconocimiento? Esas son preguntas que todos nos hacemos constantemente en estos días. Hace 7 meses nuestro universo se transformó. Las rutinas de siempre ya no existen, las actividades que nos permitían cierto equilibrio emocional, se acabaron; las metas e ilusiones se quedaron congeladas en el tiempo.
Hoy la Torá nos presenta parte de la historia de Abraham y Sará, una historia de coraje increíble. Abraham fue seleccionado por D-s para ser el líder, el gestor, el creador de una nueva civilización. El escuchó la voz que lo invitaba a marcharse, a alejarse de todo lo conocido, a abandonar su propia famila, para dirigirse a un destino indefinido. Ella confió en la visión de su esposo, y juntos , comenzaron a entretejer sueños. Abraham tenía 75 años y Sara 65. Hoy los consideraríamos “adultos mayores”.
Hoy, nuestros niños no pueden jugar con otros niños. Sus horas de clase y sus recreos, se desarrollan a través de la pantalla de una computadora; algunos han caído en depresión y los requerimientos del nuevo sistema escolar hace que se sientan agobiados . Nuestros jóvenes están en crisis. Sus estudios universitarios se han visto cancelados, pospuestos, congelados. La cuarta parte de nuestros adultos está sin trabajo, preguntándose a cada momento cómo podrán llevar el sustento a sus familias. Los adultos mayores están desconcertados. Carentes de abrazos, de besos, encerrados. Quizá con todas las comodidades materiales, pero con el enorme vacío del futuro que no logran visualizar.
Para Abraham y Sará, la incertidumbre también era total, las posibilidades de éxito, casi nulas. Al llegar a la “Tierra Prometida”, descubrieron que había una terrible sequía y que resultaba imposible permanecer ahí. Por lo que continuaron avanzando hacia el Sur, hasta llegar a Egipto. Este viaje no estaba planeado y no fue una experiencia fácil. Sin embargo, los equilibró financieramente.
Hoy nuestros profesionales se dedican a cocinar, a vender arte, a repartir paquetes. Ellos también están bajando a Egipto, a ese lugar estrecho e incómodo pero que al menos permite sobrevivir y con suerte, hasta generar suficientes ingresos.
Abraham y Sará fueron capaces de trascender sus necesidades y deseos humanos para seguir el llamado que brotaba de lo más profundo de su ser. Estuvieron dispuestos a hacer sacrificios, a seguir avanzando juntos en medio de la gran incertidumbre. Y al final, tres cualidades hacen que esta pareja salga victoriosa: visión, autosacrificio y perseverancia.
Esas mismas tres cualidades son esenciales hoy. Visión para imaginar un mundo mejor, para pintar futuros llenos de posibilidades, para impulsarnos a seguir adelante. Autosacrificio, para entender que no podemos hacer a otros responsables de nuestra vida, para tener el coraje de dejar ir, sin angustia, todos los marcos de referencia que nos hacían sentir poderosos, seguros y estables. Perseverancia para levantarse cada día y sonreír a la vida, dando pequeños pasos, pero sin dejar de avanzar a pesar de todo.
Hoy, la Torá nos muestra, en la vida de nuestros patriarcas, un ejemplo claro de cómo podemos salir adelante y victoriosos, de este proceso de transformación y aprendizaje por el que estamos atravesando.
Que al igual que Abraham y Sará, la edad no sea una excusa que nos limite a trascender, que como ellos, también seamos bendecidos con ver florecer el árido desierto de la incertidumbre y el miedo; y que cada día, podamos agradecer las infinitas bendiciones que, ocultas en medio de la crisis, continúan llegando a nuestras vidas.
Shabbat Shalom!
Rabina Ileanah Carazo
Lej Lejá 5781 – 2020