Sexta noche de Janucá – Los sueños

Todos los años, durante la celebración de Janucá, leemos en la Torá, parte de la historia de José. Quizá lo que más resalta del relato de su vida es su capacidad para soñar y para interpretar los sueños.

Durante su adolescencia, José sueña con símbolos que representan su superioridad sobre el resto de la familia. Y aunque estos sueños eran ciertos, generaron la envidia y el odio de sus hermanos, lo cual a su vez desencadenó una serie de acontecimientos en los que José, lejos de verse elevado ante los ojos de los demás, fue degradado hasta el punto de acabar en prisión.

Diez años estuvo viviendo en el confinamiento de la prisión egipcia. Diez años que lo hicieron reflexionar, madurar y realmente aprender a interpretar todas las facetas de los sueños.  Y es ahí, en prisión, cuando el Faraón lo llama para que interprete sus pesadillas.

José, aprendida su lección, es capaz de dar una interpretación correcta al Faraón, a quien además aconseja de lo que debía hacer para minimizar el impacto negativo de dichos sueños. Y es aquí cuando asciende a la gloria.

Justo cuando sus palabras se convierten en bálsamo para ayudar a los demás, cuando sus consejos sinceros beneficiarán a egipcios y extranjeros por igual, cuando no busca la gloria a través de su propia exaltación; es entonces cuando la vida se encarga de elevarlo a él a la cumbre del poder.

Que las luces de Janucá nos ayuden a soñar con un futuro lleno de posibilidades para todos, que borren el egoísmo que nos corroe y que nos den la fuerza para luchar por el bienestar de los demás.

¡Hag urim sameaj!

Rabina Ileanah Carazo
Kislev 5781 – Diciembre 2020

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